La cabecera de la garganta de los Galayos. Galayos, un paisaje magnético, punto de encuentro mítico de montañeros y escaladores.
Y el no menos mítico Torreón, a punto de ser arropado por la noche.
Y, claro, no pueden faltar la montesas. Gredos quedaría huérfano sin vosotras...
El Nogal del Barranco, árbol monumental, monumento a secas, puerta de entrada a este paraíso de piedra.