jueves, 4 de julio de 2013

Vallée de Gaube


Por falta de tiempo, es imposible hacer una entrada tan elaborada como me gustaría. Pero no me gustaría que la falta de tiempo me impidiera compartir el esplendor de los Pirineos. Aquí dejo unos breves instantes de un intenso viaje al corazón del Parc National des Pyrenées: el circo del Vignemale. 


Sobre las laderas de la aiguille de Peyre Lance crece un denso hayedo-abetal, uno de los bosques más característicos del Pirineo. Luminoso visto desde fuera pero de sombrío interior, estos bosques albergan una  rica biodiversidad entre las que destacan algunas especies en peligro de extinción como el urogallo (Tetrao urogallus)



Primula hirsuta: comportamiento fisurícola junto al lago de Gaube.


























El deshielo masivo de las cantidades ingentes de nieve caída este largo y muy pluvioso invierno provoca las impetuosas cabalgatas de los torrentes alpinos. 



























El majestuoso circo del Vignemale.




El valle de Gaube en todo su esplendor paisajístico presidido por el lago de Gaube.



























Los temibles seracs del glaciar del Petit Vignemale.




Uno de los corredores míticos de Pirineos: el couloir de Gaube por el que se llega (el que pueda) a la estrecha horcada que separa el Pique Long del Vignemale y el piton Carré.  

























Soldanella alpina, una bella primulácea de los pastizales alpinos y subalpinos de Alpes y Pirineos.



























El circo del Vignemale es la fantástica recompesa de los que se aventuran a ascender por el valle de Gaube.




























Las marmotas (Marmotta marmotta) no parecen acusar el duro y largo invierno que retrasa la primavera pirenaica y al contrario que la archifamosa Phil, no dudan en salir de la madriguera y buscar alimento correteando sobre la nieve.





























La perfoliación circinada es el singular proceso de crecimiento de las frondes de los helechos.


























Las elegantes hojas de los rododendros (Rhododendron ferrugineum) que tiñen de rojo las laderas del valle de Gaube.


Las poderosas aguas del río Gaube rugían como un trueno hacia pont d´Espagne en una terrible demostración del carácter indomable de la naturaleza. 










1 comentario:

  1. Bueno, es una entrada que transmite lo apresurado que fue el viaje, pero aunque sea en versión abreviada es igual de interesante y agradable que siempre.

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