jueves, 14 de marzo de 2013

El invierno se resiste a irse de Abantos


Fuente del Cervunal, ubicada en la cara noroeste del macizo de Abantos, muy cerca de su cima. La fuente toma su nombre del cervuno (Nardus stricta), una gramínea muy importante en la formación de pastizales de zonas de montaña de gran importancia ecológica y como pasto para el ganado. Los cervunales crecen de forma característica en suelos muy húmedos donde la nieve se acumula durante buena parte del año y que con frecuencia permanecen encharcados cuando se retira.


Un azafrán silvestre (Crocus carpetanus) pugna por salir a la luz sepultado por una espesa capa de nieve en la cresta cimera de Abantos. Algunas plantas bulbosas como las distintas especies de azafrán o los narcisos, tienen una floración muy temprana adelantándose a las fechas propicias para el crecimiento y reproducción de la mayoría de las plantas lo que les confiere gran ventaja al tener una disponibilidad absoluta de los insectos polinizadores que desafían al frío antes de la primavera. La desventaja de esta estrategia es que el invierno se prolongue demasiado... 



Pinar de pino silvestre (Pinus sylvestris) en la vertiente norte del macizo de Abantos, en la cabecera del arroyo de El Romeral. El pino silvestre es una especie que soporta muy bien las heladas, hecho que le ha otorgado el protagonismo en muchas repoblaciones realizadas en áreas de montaña de la península Ibérica.


Acículas de pino silvestre completamente escarchadas. En estas condiciones tan adversas, los animales que no se encuentran en periodo de hibernación descienden mucho en altitud para alcanzar zonas donde la búsqueda de alimento no sea una tarea imposible. En esta época es frecuente ver en los escoriales a jabalíes (Sus scrofa) y corzos (Capreolus capreolus) en el límite inferior del bosque, cerca de zonas humanizadas donde pueden llegar a producir algún que otro desaguisado en los cultivos y huertas.


Un solitario pino silvestre domina el territorio nevado desde Abantos bajo la amenaza de negras nubes de tormenta. Los pinos silvestres más expuestos en las cimas serranas tienen a menudo porte achaparrado o aspecto mutilado o deforme debido a la acción del viento y de las nevadas. Están, por tanto, lejos de sus condiciones óptimas de crecimiento que dan lugar a pinos esbeltos y espigados. Al fondo de la fotografía se ven las Machotas, que con 300 metros menos de altitud que el monte Abantos, albergan una vegetación muy diferente, alejada del dominio del pino, pues en sus laderas existe un bosque mixto mediterráneo de gran diversidad donde abundan arces de Montpellier, melojos, encinas, fresnos y enebros de la miera entre otras especies.