jueves, 29 de septiembre de 2016

Madeira: la costa y el mar


Madeira es color, es olor, es tierra, es piedra y es fuego. Es sabor, es frescor y calidez. Es música, es bosque y es viento y sol. Pero por encima de todo, Madeira son las olas, es el azul, es la brisa. Sobre todo, Madeira es el Mar.


Joven charrán común (Sterna hirundo), esperando a sus progenitores con los que forma el grupo familiar. Playa de Garajau.



Joven correlimos tridáctilo (Calidris alpina) alimentándose en la playa de Garajau.



El azul intenso del mar de Madeira atrae como un canto de sirena. Cabo Girao.



Barcos palangreros de pesca de la espada preta, uno de los principales recursos pesqueros de la isla, atracados en el pequeño pueblo pesquero de Camara de Lobos. La espada preta se captura fundamentalmente de noche.



Botes anclados en Camara de Lobos.



Puesta de Sol en Ribeira Brava, a 20 kilómetros al oeste de Funchal.



Lagartija de Madeira (Teira dugesii), en ponta de Sao Lourenço. Se trata de la única especie de reptil originaria de Madeira y endémica del archipiélago madeirense.



Bahía de Abra, en el extremo oriental de la isla. Al fondo la ponta de Sao Lourenço.



Hinojo de mar (Chritmum maritimum) en la ponta de Sao Lourenço. Es la especie dominante en el cabo en zonas bajo la influencia del salitre.



La bahía de Abra mirando ahora hacia el interior de la isla de Madeira.



El singular Helichrysum obconicum en un balcón a las impetuosas aguas del Atlántico. Ponta de Sao Lourenço.



Las flores de Lotus glauca asoman sobre la mata almohadillada característica de la especie. Ponta de Sao Lourenço.



Delfines mulares (Tursiops truncatus) en el canal existente entre Madeira y las ilhas Desertas.



Delfín mular frente a las costas de Funchal. Madeira es un santuario para los cetáceos por la calidad de los hábitats que alberga y la presión moderada que el ser humano ejerce sobre el medio marino.



Delfín común (Delphinus delphis) frente a las costas de Madeira. Es un mamífero muy gregario que forma manadas numerosas en las que la jeraquía juega un papel muy importante.



Delfín común respirando en un mar que es un espejo.



Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) descansando en alta mar, frente a las costas de Madeira. 



Un delfín moteado (Stenella frontalis) se acercó a nuestro barco junto a dos mulares, combinación peculiar pues los mulares suelen someter al resto de especies de delfines, que no dejan de ser potenciales competidores, imponiendo su mayor tamaño.



Delfín mular frente a las costas de Madeira. Cuerpos relucientes en un mar de cristal.



Las ilhas Desertas son tres pequeñas islas ubicadas a 26 km  al sureste de Madeira. La única isla abierta al turismo es la Ilha Deserta Grande. En la isla de Bugio, la más sureña se encuentra la única zona de cría conocida del mundo de una pequeña ave marina, el petrel de Bugio (Pterodroma freira), del que pudimos ver algunos ejemplares pescando en alta mar.



Las Ilhas Desertas son las más jóvenes del archipiélago, lo que se refleja en su fisionomía abrupta, poco erosionada, en la que se conservan muchos materiales intactos desde las últimas erupciones volcánicas sin que todavía hayan sido colonizados por la vegetación. En la fotografía se observan bandas de coladas basálticas que se enfriaron lentamente cruzadas por los canales volcánicos por donde ascendió la lava a gran velocidad. 



Un bisbita caminero (Anthus berthelotii) aseándose el plumaje en la Ilha Deserta Grande. Es una especie endémica de las islas macaronésicas (Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde) y una de las pocas aves no marinas que colonizan la inhóspita isla.



El suelo volcánico, salino y extremadamente seco de la costa de las Desertas no es apto para cualquier organismo. Mesembryanthemum crystallinum, es una de las escasas plantas que colonizan estos ambientes.



Un bisbita caminero, vigila junto al centro de investigación y conservación de la naturaleza del recientemente creado Parque Nacional de las Ilhas Desertas. Sus edificaciones se han dispuesto en el único sitio posible del archipiélago: sobre un derrumbe de la montaña que creó algo parecido a una planicie.



Las duras condiciones de las ilhas Desertas son un hermoso cuadro...


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